El horizonte es la inevitable frontera a superar y cuando decidimos emprender el primer viaje de nuestras vidas descubrimos lo maravilloso que puede ser lo desconocido; al otro lado de la distancia las posibilidades se abren paso ante nuestros ojos y esa sensación de amplitud y libertad es la que nos impulsa a aventurarnos cada vez más lejos, entonces nos damos cuenta de que los límites existen únicamente en nuestra cabeza.
En La Ruta nos esperan las cimas desde donde podremos divisar un vasto territorio por explorar, la brisa en las Alturas nos despejará los pensamientos y desde ahí trazaremos nuestro próximo destino; iremos por senderos en medio de bosques que nos guiarán para explorar lo que esconden las misteriosas montañas: ahí las delgadas aguas corren cristalinas o se deslizan con ímpetu por altísimos peñascos, inescrutables abismos son los que dibujan la geografía y legendarias historias aún se escuchan hasta el día de hoy en esas remotas cumbres.
Seremos atraídos por Sabores únicos de nuestra tierra, Personajes y sus historias nos llevarán desde los valles hasta las empinadas sierras o incluso nos seducirán las juguetonas olas o las distantes islas, pero esa experiencia solo la podremos tener dando ese paso viajero hacia adelante.
Hay ciudades antiguas como Suchitoto que atesoran los secretos de nuestros inicios, revelándose en cada esquina un Patrimonio que nos pertenece a todos; esta es una ciudad con huellas por doquier de una larga trayectoria, un paseo que se convierte en un relato vivencial de cómo y dónde empezó todo.
Ahora iniciamos junto a ustedes, lectores viajeros o viajeros lectores, un camino de descubrimientos y es que hay tanto que contar de cada uno de los destinos que cada visita se vuelve una aventura diferente, marquemos en el mapa cuál será La Ruta y juntos exploremos, viajemos, vivamos.